Sistema financiero

Informe Nacional de Competitividad 2012-2013

Sistema financiero

El adecuado funcionamiento del sector financiero reduce costos de información y de transacción que pueden limitar el desarrollo económico de un país. Un sector financiero sólido facilita la movilización del ahorro, la asignación eficiente de recursos y las transacciones de bienes y servicios. Estas funciones, a su vez, son necesarias para que la acumulación de capital y la innovación tecnológica se conviertan en canales de generación de crecimiento económico (Levine, 1996).

En este contexto, el presente capítulo analiza la situación actual de dos facetas cruciales del desarrollo del sistema financiero colombiano: la inclusión financiera y el acceso a capital. La primera es clave para fortalecer la movilización del ahorro y la disminución de los costos de transacción de la economía. Por su parte, el acceso a capital a través de instituciones financieras formales juega un rol preponderante en las decisiones de inversión productiva y en la innovación tecnológica. Es importante señalar que el análisis de este capítulo se centra en estas dos facetas (a pesar de existir desafíos en otras áreas), por su relevancia y su impacto en el desarrollo y la competitividad del país.

El sector financiero colombiano ha mostrado resultados positivos en los últimos años. Como se aprecia en este capítulo, la bancarización y el acceso a
capital por parte del sector privado han presentado tendencias crecientes, las cuales están sustentadas en el buen desempeño económico del país, así como por la adopción de políticas públicas acertadas. Adicionalmente, en Colombia se han adoptado medidas -como el Decreto 1771 de 2012, que incluye disposiciones para mejorar la calidad del capital en los establecimientos de crédito-, para que el sistema financiero mantenga su solidez y se acerque a estándares internacionales.

La oferta total de puntos de contacto entre las entidades y los consumidores financieros ha crecido de manera significativa en los últimos años, liderada principalmente por la expansión de los corresponsales bancarios (CB) a lo largo y ancho del país. Entre 2009 y 2011, el número total de puntos de contacto creció a una tasa anual promedio de 14,8%, mientras los CB crecieron 53,3% anual promedio. En 2011, la oferta de puntos de contacto moderó su ritmo de crecimiento al aumentar 9,4% con respecto al año anterior, debido al menor dinamismo de la oferta de datáfonos, oficinas y cajeros, los cuales presentaron crecimientos por debajo del promedio anual del periodo de análisis (Gráfico 1).

 

 

Este crecimiento de la oferta total de puntos de contacto ha aumentado la cobertura geográfica de los servicios financieros en el país. Como se ilustra en la Tabla 1, el número de municipios sin ningún tipo de cobertura financiera pasó de 56 a 11 entre 2008 y 2011.

 

 

Los CB han jugado un rol determinante en el aumento de la cobertura geográfica de los servicios financieros ofrecidos en el país. De acuerdo con información de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), a diciembre de 2011, 84,8% de los municipios del país estaban cubiertos por este canal transaccional. La importancia de los CB en el aumento de la cobertura geográfica en Colombia se sustenta, en parte, en los incentivos que ha implementado el Gobierno a través del programa Banca de las Oportunidades, que cubren parcialmente los costos de establecimiento y funcionamiento de los CB para que diferentes entidades financieras ofrecieran este producto en municipios de menos de 50.000 habitantes sin cobertura financiera (SFC y Banca de las Oportunidades, 2012). Otros factores, como las alianzas estratégicas que han llevado a cabo algunos bancos con empresas del sector comercio y operadoras de lotería, también han permitido aumentar la cobertura geográfica a costos razonables.

En el último año se han realizado cambios regulatorios con el fin de promover la oferta de servicios financieros formales. Se destaca la autorización del Banco de la República para que los colombianos residentes en el exterior puedan abrir Cuentas de Ahorro de Trámite Simplificado (Cats). Sin embargo, a pesar de que la iniciativa de las Cats va en la dirección correcta, los límites sobre uso y montos que ha impuesto la SFC han imposibilitado el que este producto financiero pueda ser utilizado masivamente por los colombianos residentes en el exterior. Así las cosas, se recomienda evaluar los
límites impuestos a las Cats, con el fin de ajustar las condiciones de este producto a las necesidades de los colombianos en el exterior. Dicho ajuste debe permitir que las Cats sean atractivas y, al mismo tiempo, permitir que la regulación esté alineada con los objetivos cambiarios y de prevención de lavado de activos.

Estos avances por el lado de la oferta deben ser complementados con políticas que dinamicen la demanda por servicios financieros, la cual, medida a través del indicador de bancarización –porcentaje de la población adulta con al menos un producto financiero– ha aumentado en los últimos años (Gráfico 2).