Sistema financiero

Informe Nacional de Competitividad 2014-2015

Sistema financiero

El capítulo sobre el sistema financiero destaca que el importante aumento que han presentado los puntos de contacto entre entidades financieras y los usuarios. En 2013 el número de puntos de contacto por cada 10.000 adultos fue 114,9, un 33% superior al número alcanzado en 2012 (86,3 puntos de contacto por cada 10.000 adultos) y 2,5 veces mayor al registro de 2008 (46,4 puntos de contacto por cada 10.000 adultos) (Gráfico 1).

Gráfico  1: Cobertura de los puntos de contacto, 2008-2013.

financiero2014

Fuente: Banca de las oportunidades y Superintendencia Financiera de Colombia (2014).

Esta expansión de la cobertura de los puntos de contacto entre las instituciones financieras y los consumidores ha ido de la mano de un incremento en el índice de bancarización, medido como el porcentaje de adultos que tiene al menos un producto financiero. Este índice aumentó 4,3 puntos porcentuales en 2013 y alcanzó un nivel de 71,5%.

A pesar de lo anterior, el país todavía enfrenta serios desafíos en materia de utilización efectiva de los productos financieros. Por ejemplo, es preocupante que en 2013 el 51% de las cuentas de ahorro estuvieron inactivas, lo que implica que por un período de al menos seis meses, no se realizó ningún tipo de transacción a través de las mismas. El país ha desmejorado en esta materia, pues en 2009 este porcentaje fue de 47% y se alcanzó un mínimo de 42% en 2011.

Se destaca que el crédito doméstico dirigido al sector privado representó 48,8% del PIB en 2012, 4,1 puntos porcentuales por encima del nivel alcanzado en 2011 (44,7%). En la última década el crédito al sector privado como porcentaje del PIB creció 7,0% compuesto anual, tasa de crecimiento únicamente superada en la región por Paraguay (11,2%), Venezuela (11,1%), y Brasil (9,1%). Es necesario incrementar el acceso al financiamiento por parte de las pequeñas y medianas empresas (pymes). De acuerdo con el Banco Mundial, 53,1% de las pymes colombianas tuvieron crédito en 2010, lo que ubicó al país en el séptimo puesto entre 17 países latinoamericanos con información disponible.

Por su parte, el desarrollo del mercado de capitales del país es limitado con relación a países de referencia, a pesar de su dinamismo de los últimos años. Por un lado, en 2012 solo 76 compañías estaban listadas en la Bolsa de Valores, lo que ubica al país por debajo de Brasil (353), Chile (225), Perú (213), México (131), y Argentina (101). La deuda del sector privado (tanto interna como externa) también presenta rezagos en relación con países latinoamericanos de referencia.

El capítulo también describe el comportamiento de los fondos de capital privado y de venture capital en el país. Colombia cuenta actualmente con 54 fondos con compromisos de capital de US$5.700 millones, de los cuales han sido invertidos más de US$3.800 millones en alrededor de 390 empresas y proyectos en Colombia.

En cuanto a la educación económica y financiera, se concluye que el reto del país en este campo es significativo, debido al mal desempeño en las pruebas PISA sobre educación financiera. Colombia ocupó el último lugar entre 18 países y su calificación fue 24% inferior a la calificación promedio de los países de la OCDE. Adicionalmente, 56,5% de los estudiantes colombianos están en el nivel 1 o menos, lo que implica que en el mejor de los casos, más de la mitad de los estudiantes del país escasamente son capaces de identificar productos y conceptos financieros básicos.

Finalmente, el capítulo concluye que si bien el margen de intermediación y los costos de envío de US$200 a diferentes países de Colombia no son de los más altos de la región, existe espacio para mejorar el funcionamiento del sistema financiero y así incrementar su contribución a la competitividad del país.

En este contexto, el capítulo presenta recomendaciones que, a juicio del CPC, contribuirían a fortalecer el funcionamiento de este sistema. Entre estas recomendaciones se destaca la necesidad de incrementar la independencia de la Superintendencia Financiera de Colombia; el desarrollo de una política de promoción del mercado de capitales de largo plazo; la puesta en marcha de una Estrategia Nacional de Educación Económica y Financiera; y la eliminación o modificación de regulaciones que distorsionan el funcionamiento de este mercado.