En la columna pasada vimos que la proporción entre la cantidad de insumos y lo que con ello somos capaces de producir se llama productividad. Que el crecimiento de largo plazo en el bienestar colectivo depende de manera crucial de su mejoramiento continuo. Que hoy en día la economía estadounidense, por ejemplo, es tres y media veces más productiva que la de América Latina y que esta supera a la colombiana en más de un 20%.