Algunos desafíos del sistema de salud en Colombia

¿Sabía usted que?

  • En 2020 el 97,8 % de la población estaba cubierto por el sistema de salud. Sin embargo, existen barreras que obstaculizan el acceso a los servicios médicos. Por ejemplo, en 2019 el 26 % de las personas no recibió o solicitó atención médica debido a problemas como la oportunidad de la cita, la calidad del servicio, la ubicación geográfica del centro de atención o la cantidad de trámites.
  • Antes de la pandemia en Colombia había 2,2 médicos por 1.000 habitantes (3,5 en los países OCDE) y 1,3 enfermeros por 1.000 habitantes (9,6 en los países OCDE).
  • La crisis por el COVID-19 también ha dejado en evidencia las diferencias regionales en infraestructura y dotación médica.

Barreras de acceso al sistema de salud

Desde comienzos de los años noventa Colombia consiguió una ampliación importante en la cobertura del sistema de salud, lo que se ha convertido en uno de los principales logros de protección social en el país. Sin embargo, el acceso efectivo y oportuno a los servicios de salud continúa siendo uno de los principales retos del sistema.

La Encuesta de Calidad de Vida del DANE ofrece información valiosa para aproximarse a las barreras de oferta ya que permite identificar las razones por las cuales las personas que han enfrentado un problema de salud no han recibido o no han solicitado atención médica. Los resultados más recientes (2019) muestran que barreras como la oportunidad de la cita, la calidad del servicio, la ubicación geográfica del centro de atención y la cantidad de trámites impidiero el acceso a los servicios médicos para 1 de cada 4 personas con problemas de salud, como se observa en la Gráfica 1.

Gráfica 1. Porcentaje de personas con problemas de salud que no solicita o no recibe atención médica debido a barreras de oferta. Colombia, 2010-2019.

Fuente: Encuesta de Calidad de Vida (DANE). Cálculos: CPC.

Infraestructura y personal médico

La pandemia por COVID-19 ha representado un reto enorme para los sistemas de salud del mundo y en muchos casos, incluyendo Colombia, ha evidenciado limitaciones en materia de infraestructura. Existe una disparidad regional considerable, y algunas regiones del país enfrentan un déficit importante. La Gráfica 2 muestra la disponibilidad de camas de cuidados intensivos en cada departamento con corte al 25 de febrero de 2021. La oferta de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) es extremadamente baja en algunos departamentos e incluso cinco departamentos del país no tienen ninguna UCI: Amazonas, Guainía, Guaviare, Vichada y Vaupés.

Es importante notar que estas cifras incorporan las mejoras que el Gobierno Nacional introdujo a partir de la emergencia sanitaria por cuenta del COVID-19, lo que implica que la situación de muchos departamentos era aún más precaria. Bonet y Guzmán (2015) señalan que la inversión privada en hospitales ha estado muy concentrada en las grandes ciudades, lo que tiende a agravar las diferencias regionales en materia de infraestructura y calidad.

Gráfica 2. Camas de cuidados intensivos. Colombia, febrero de 2021

Fuente: Registro Especial de Prestadores de Salud, Ministerio de Salud (2021).

Por otra parte, la OCDE y el Banco Mundial han señalado que las limitaciones en recursos humanos en América Latina impiden una respuesta efectiva a las necesidades de atención médica (OECD/The World Bank, 2020).

En toda la región había rezagos importantes en la densidad de personal médico y de enfermería con respecto a los países de la OCDE antes de la pandemia. Como se observa en la Gráfica 3a, en Colombia la densidad de médicos era similar al promedio de la región, aunque países referentes como Uruguay, Argentina y Costa Rica tenían una densidad muy superior. La situación en materia de personal de enfermería era mucho menos favorable: con 1,3 enfermeros por 1.000 habitantes, Colombia no superaba el promedio de América Latina (Gráfica 3b).

Fuente: Organización Mundial de la Salud.

Fuente: Organización Mundial de la Salud.

¿Cómo contribuir a resolver estos retos?

Para contribuir a la reducción de las barreras de acceso al sistema de salud, es importante promover mecanismos para alinear los incentivos de los agentes involucrados en el sistema de manera que se puedan impulsar mejoras en la calidad.

Un cambio que favorecería mejoras en materia de calidad es la introducción de un pago por desempeño para las EPS. En la actualidad las EPS reciben un pago fijo por cada usuario afiliado (la UPC) que no incluye consideraciones de calidad o desempeño. La ausencia de incentivos a la calidad puede incluso desestimular los avances en esta materia, ya que conseguir una mejor calidad puede implicar un aumento en los gastos y, por lo tanto, una reducción en el margen de ganancia por afiliado (Bardey, 2015).

El Ministerio de Salud y Protección Social puso en marcha un mecanismo para incentivar un mejor desempeño que, por ahora, funciona solamente para la cuenta que cubre enfermedades de alto costo. Con este fin, se definió una serie de indicadores que deben cumplir las EPS, incluyendo líneas base y metas. Para esta iniciativa en particular, se recomienda hacer seguimiento a los resultados y la calidad de la información, así como evaluar la pertinencia de los indicadores para que el pago por desempeño se refleje en resultados en calidad y salud.

Por otra parte, es importante resolver los problemas de sostenibilidad financiera que viene enfrentando el sistema, por ejemplo, robusteciendo las fuentes de financiación del sistema de salud. Una alternativa cada vez más prevalente en el mundo es la introducción de impuestos a alimentos y bebidas no saludables. Existe evidencia sobre los beneficios de este tipo de medidas: en el caso del tabaco y el alcohol, por ejemplo, se ha demostrado su costo-efectividad (Vecino, Arroyo y García, 2016).

Si está interesado en leer más sobre este tema y conocer en detalle las recomendaciones del Consejo Privado de Competitividad, lo invitamos a consultar nuestro Informe Nacional de Competitividad y, en particular, el capítulo sobre Salud.

Elaborado por Lorena Lizarazo, Investigadora Asociada del Consejo Privado de Competitividad, con base en el capítulo Economía Digital del Informe Nacional de Competitividad 2020-2021.

Febrero de 2021

Referencias

Bardey, D. (2015). Pagos por desempeño en el sistema de salud colombiano. Revista Monitor Estratégico (7), 4-7. Superintendencia Nacional de Salud.

Bardey, D. y Buitrago, G. (2016). Integración vertical en el sector colombiano de la salud. Revista Desarrollo y Sociedad (77), 231-262.

Bonet, J. y Guzmán, K. (2015). Un análisis regional de la salud en Colombia. Documentos de Trabajo Sobre Economía Regional N.o 222.

Bonet, J., Guzmán, K. y Hahn, L. (2017). La salud en Colombia: una perspectiva regional. Bogotá: Banco de la República.

Ministerio de Salud. (Febrero de 2021). Registro Especial de Prestadores de Salud. Obtenido de REPS: https://prestadores.minsalud.gov.co/habilitacion/

OECD. (2015). OECD Reviews of Health Systems: Colombia 2016. París: OECD Publishing, Paris.

OECD/The World Bank. (2020). Panorama de la Salud: Latinoamérica y el Caribe 2020. París: OECD Publishing.