Ciencia, Tecnología e Innovación

Informe Nacional de Competitividad 2008-2009

Ciencia, Tecnología e Innovación

Los aumentos de productividad son los que le permiten a una sociedad alcanzar y mantener altos estándares de vida en el largo plazo. La innovación hace posible mejorar permanentemente la productividad. En consecuencia, de la capacidad de innovación de una nación depende en gran medida que pueda ser competitiva y alcanzar la prosperidad colectiva.

La Tabla 10 contiene algunos de los indicadores más importantes para evaluar el desempeño en relación con el desarrollo científico y tecnológico de un país. Como puede observarse, Colombia aparece en los últimos lugares dentro del grupo de países de referencia, tanto en los indicadores de insumos para la innovación tecnológica (tales como investigadores y número de artículos científicos), como los indicadores de productos (outputs) de la innovación (patentes, o ingresos por regalías), y en aquellos que reflejan el grado de absorción tecnológica (como el pago de regalías y licencias).

 

 

No basta con que un país tenga capacidades científicas y tecnológicas para que éstas se traduzcan en innovaciones productivas. La innovación productiva necesita un ambiente para el emprendimiento innovador. Los emprendedores son motores cada vez más importantes de la innovación. Las pequeñas empresas son un mecanismo esencial para la comercialización de nuevas tecnologías y descubrimientos (US Council on Competitiveness
2007).

Por lo tanto, dado que por definición se trata de una actividad riesgosa, el emprendimiento innovador requiere poder salir rápido de un negocio que
no sea exitoso. Como lo ha indicado el Banco Mundial (2007), en los países donde los procedimientos de quiebra y cierre de negocio son ineficientes, los negocios que no son viables mantienen recursos de capital y humanos que bien podrían estar siendo usados en actividades más productivas. En Colombia, de acuerdo con el Informe del Doing Business 2009, toma aproximadamente tres años cerrar un negocio (véase Gráfico 11), lo que constituye una carga excesiva sobre los emprendedores.

 

 

Como ya se mencionó, los procesos de innovación siempre generan grandes riesgos para las empresas. Esto se debe a que al ser los pioneros de nuevos productos y procesos, existirá incertidumbre en lo exitoso que éstos puedan llegar a ser. Para tener incentivos para innovar, es necesario que los emprendedores cuenten con la capacidad de acceder a la financiación proveniente de capital de riesgo. El vínculo entre capital de riesgo e innovación es muy importante: los académicos Samuel Kortum y Josh Lerner han demostrado que un dólar de capital de riesgo puede ser hasta 10 veces más efectivo en estimular una patente, que un dólar en un departamento de investigación y desarrollo corporativo tradicional (The Economist, 2007). En Colombia, los empresarios perciben que no cuentan con fuentes de capital de riesgo para llevar a cabo el desarrollo de sus proyectos innovadores (véase Gráfico 12). Esta situación es similar con nuestros competidores de la región, con excepción de Chile.

 

 

Una vez se identifique al interior de las empresas la oportunidad de innovar o mejorar su productividad, se hace inminente la necesidad de usar nuevas tecnologías. En Colombia, los empresarios perciben que las posibilidades de adquirir y absorber nuevas tecnologías son pocas (véase Gráfico 13). De acuerdo con el FEM (2008), Colombia ocupa la última posición entre los países de referencia y el puesto 101 entre 134 países del mundo.