El Consejo Privado de Competitividad (CPC) presenta el Informe Nacional de Competitividad 2021-2022. Este informe reconoce los esfuerzos que se realizaron a nivel público y privado para enfrentar la crisis del COVID-19, y a la luz de aquello que hoy se convierte en urgencia, recomienda priorizar una agenda de productividad enfocada en mejorar la vida de las personas. Esto a través de cuatro objetivos transversales que ayudarán a mitigar los efectos de la crisis y que potenciarán el desarrollo de Colombia.
El CPC busca articular al sector privado, al Estado, a la academia y a la sociedad civil para superar las discusiones de corto plazo que nos dividen y entender la importancia de nuestro trabajo conjunto en pro de los objetivos de largo plazo que nos unen.
En el corto plazo es fundamental recuperar la esperanza:
– Acelerar el regreso a la presencialidad, universalizar la educación preescolar, y remediar las pérdidas de aprendizaje por el cierre de centros educativos.
– Ajustar las normas laborales y de seguridad social para ofrecer empleos formales a la población.
– Implementar el Marco Nacional de Cualificaciones para promover el aprendizaje pertinente a lo largo de la vida.
En el mediano plazo debemos crear más mercado para competir y ser mejores:
– Revisar regulaciones y medidas no arancelarias para promover la competencia y poner al consumidor en el centro.
– Internacionalizar la economía para fomentar la absorción de conocimiento en el aparato productivo.
– Incentivar una transición progresiva hacia la neutralidad en carbono sin poner en riesgo la seguridad energética del país.
Este es un esfuerzo colectivo, y para ello necesitamos un país más conectado:
– Extender servicios digitales a zonas rurales y población vulnerable.
– Seguir diversificando la matriz de generación eléctrica y ampliar el abastecimiento de gas natural.
– Consolidar un transporte multimodal competitivo en todo el territorio y permitir que los costos de transporte se generen en condiciones de competencia.
Este proceso requiere de un Estado eficiente, confiable y al que todos le podamos exigir:
– Retomar la senda hacia una estructura tributaria que se apoye más en las personas naturales y menos en las empresas.
– Además, eliminar exenciones y tratamientos especiales.
– Reformar el sistema pensional para avanzar en cobertura, equidad y sostenibilidad fiscal.
– Acelerar la transformación digital del Estado.