Colombia se ubica en el puesto 86 sobre 140 países en el pilar de eficiencia del mercado laboral, es decir, perdió dos posiciones con respecto a 2014 y un total de 17 posiciones en los últimos cinco años.
A pesar de los esfuerzos realizados en el país, los niveles de informalidad siguen siendo muy elevados, ubicándose entre 20% y 71%, dependiendo de cómo se le mida.
Gráfico 1: Informalidad laboral 2013 en países de referencia*.
Fuente: OIT – SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). (*) Para efectos de esta comparación internacional se considera trabajador informal si es asalariado en una pequeña firma (con menos de cinco trabajadores), si es un trabajador por cuenta propia no profesional o si es un trabajador sin ingreso.
A esto se le suma el hecho de que –a pesar de los avances en los últimos años– Colombia aún mantiene niveles importantes de desempleo y presenta una baja calidad del empleo, situación que incide directamente en la productividad laboral del país.
Con el objetivo de reducir de manera sustancial la informalidad en Colombia, este capítulo insiste en la importancia de entender la bidireccionalidad en la relación entre informalidad y productividad y, por tanto, en la necesidad de aumentar la productividad a través de una PDP profunda como mecanismo para atacar la informalidad. En particular, se debe avanzar en estrategias de cierre de brechas de capital humano para diferentes apuestas productivas; en programas de emprendimiento y asociatividad con alto grado de innovación; en agendas de transferencia tecnológica y de fortalecimiento de encadenamientos productivos; en la profundización del acceso al financiamiento por parte de las empresas; y en apuestas productivas a partir de las ventajas comparativas de las regiones. Todo lo anterior como mecanismo también para aumentar la productividad laboral de los trabajadores colombianos, la cual es muy baja en comparación con Estados Unidos.
Gráfico 2: Productividad por trabajador (relativa a Estados Unidos).
Fuente: Consejo Privado de Competitividad con base en DANE, BEA y Banco Mundial.
Ahora bien, se recomienda complementariamente tener una agenda para combatir la informalidad en el marco del recientemente reactivado Comité de Formalización del SNCCTeI. La agenda de este comité debería enfocarse, entre otros, en: continuar reduciendo los costos de operar en la formalidad como, por ejemplo, modificar la fuente de financiación de las Cajas de Compensación Familiar; indexar de manera temporal el aumento del salario mínimo únicamente a los aumentos en la inflación; discutir la posibilidad de establecer un salario mínimo por regiones; y simplificar los trámites de registro y actualización empresarial. Para que esta agenda sea efectiva se recomienda primero establecer una caracterización y una forma de medición estándar de informalidad.