En 2006 el Sistema Nacional de Competitividad se fijó la meta de convertir a Colombia en el tercer país más competitivo de América Latina en 2032, mediante la exportación de bienes y servicios innovadores y de alto valor agregado. Sin embargo, dicha meta está lejos de alcanzarse, dado el nivel de las exportaciones colombianas y su grado de diversificación y sofisticación.
La disponibilidad y el costo de la energía son determinantes para la competitividad empresarial, pues sostienen la capacidad productiva y determinan las estructuras de costos de las organizaciones. Un sistema eléctrico poco competitivo pone en desventaja a las empresas asentadas en el territorio nacional, que deben enfrentarse a competidores provenientes de países con menores precios de energía y mayor confiabilidad en su suministro, bien sea porque tienen mercados más eficientes o porque la intervención del Estado es mucho mayor.
El sector eléctrico colombiano ha mostrado grandes avances en la última década. Si bien el último Fenómeno del Niño puso en máxima tensión al sector, este pudo responder en los momentos más críticos y evitar un desastre mayúsculo. Pese a esto, aún existen retos considerables en materia energética, relacionados con factores que afectan la competitividad empresarial que, de no ser corregidos, podrían impedir un avance más claro del sector productivo en Colombia.
Confiabilidad
La capacidad efectiva neta del Sistema Interconectado Nacional – SIN, al finalizar 2015 fue de 16.420 MW, un 24% mayor a la que el país tenía en 2006, gracias a la entrada en operación de diferentes proyectos y a las subastas del Cargo por Confiabilidad. La principal fuente de generación del país continúa siendo la hidráulica, con cerca del 70% del total, seguida por la térmica con el 29%. Las fuentes eólicas y los cogeneradores equivalen a menos del 1% de la generación.
Aunque en los últimos años se ha tomado mayor conciencia frente al uso de Fuentes No Convencionales de Energía (FNCE) –especialmente las renovables (FNCER), por sus menores impactos medioambientales y su capacidad para aumentar la confiabilidad del SIN, Colombia aún está muy rezagada en esta materia. En 2015, solo el 0,4% de la generación correspondió a fuentes eólicas y cogeneradores.
Precio de la energía
A nivel latinoamericano, el país es el tercero con mayores tarifas de energía para la industria. Aunque las comparaciones internacionales de precios de la electricidad no permiten extraer conclusiones definitivas sobre la institucionalidad energética del país, las industrias que utilizan la energía de manera intensiva sí podrían encontrar dificultades para competir con sus pares latinoamericanos debido a las diferencias en los precios.
Por otra parte, el valor de los contratos bilaterales entre comercializadores y usuarios regulados y no regulados se ha duplicado durante los últimos diez años, lo que refleja mayores costos en la generación e incertidumbre en los generadores.
El abastecimiento y el precio del gas natural impactan los costos de la energía eléctrica, pues este es un insumo fundamental para la generación térmica, además de ser la materia prima de muchos procesos industriales. En Colombia, la producción de gas ha disminuido en los últimos dos años, tras alcanzar su punto máximo en 2013. El consumo de gas, como porcentaje del total de combustibles utilizados para la generación, se ha contraído de manera considerable, pasando del 70% a niveles ligeramente superiores al 50%.
Ante el insuficiente abastecimiento de gas para las plantas térmicas desde 2012, la contratación de energía firme empezó a ser respaldada con combustibles más caros, como líquidos y gas natural importado, lo que ha incrementado el precio de la energía y afectado la competitividad de las empresas nacionales.
Calidad del servicio
De acuerdo con la más reciente medición del Foro Económico Mundial, la calidad del servicio eléctrico en Colombia está por encima del promedio latinoamericano. Sin embargo, el país es superado por otros de la región, y en los últimos diez años pasó del puesto 59 al 70 a nivel global.
Las mediciones del Banco Mundial evidencian que Colombia es uno de los países latinoamericanos que menos pérdidas genera por cortes eléctricos, superado solo por Uruguay, Chile, Paraguay y Costa Rica.
Eficiencia energética
El sector económico que consume más energía en el país es el de transporte, responsable de casi el 50% del total. Le siguen el sector industrial y el residencial, ambos con el 19% del total. La industria colombiana ha demostrado ser muy eficiente en el consumo de energía, con niveles que están por debajo de referentes internacionales en los subsectores responsables del 80% del consumo industrial.
Sin embargo, la adopción de estrategias de eficiencia energética resulta fundamental para que el país alcance mayores niveles de competitividad a nivel empresarial, pues incrementan la confiabilidad energética y reducen el impacto de los precios de la energía, además de aportar al cumplimiento de los compromisos medioambientales del país.
Gráfico 7. Tarifa industrial para consumos mensuales mayores a 500.000 kWh (US$cent/kWh). Colombia y países de referencia, cuarto trimestre de 2015.
Fuente: Osinergmin.
Gráfico 11. Energía firme en contratos bilaterales según el tipo de recurso (GWh/año), 2009-2019.
Fuente: UPME.